jueves, 12 de noviembre de 2009

MARIPOSA



El Hombre malo ha muerto.


Y su cuerpo esta en el piso sin poder moverse. La espuma le sale por la boca aun. Como el perro rabioso que era y como un perro murió. Mas solo que siempre, suplicando ayuda a la única persona que quiso y destruyo.


Esa persona que ahora lo miraba sin derramar lagrima alguna, como un despiadado ángel, convertida en mesías . Con la salvaje alegría reventándole en el pecho. Lo mira por ultima vez antes de irse, lo mira directamente a sus oscuras iris de cadáver, esta ahí tirado como maldiciendo.


- Te quiero- dice mientras le da un beso redentor y se va a darse un baño caliente


El hombre malo ha muerto y nadie lo recordara, ni las cicatrices, ni los rincones oscuros de la casa que el construyo, ni ella que fue la única que lo quiso y lo destruyo. El agua cae lentamente por su rostro, limpia  el cuerpo pero no el corazón.


El corazón estaba podrido. El mal es un círculo vicioso.


El golpeaba a su esposa, su  esposa callaba, a veces gritaba, solo cuando no soportaba el dolor de mil furias y otras callaba debajo de los moretones verdes y morados, que recibió hasta los 60 años, en que murió el.


 Nadie nunca supo nada o no quiso saber.


Ella, dulce mariposa, lo mato sin piedad. Y le otorgo perdón, por todos los años perdidos, por todas las marcas en su conciencia, por la muerte de su inocencia y las noches largas sin luces, sin estrellas.


La esposa morirá de tristeza… Ella morirá de dolor. Porque su corazón podrido, sangra desde siempre y hasta nunca. La venganza no es un plato que se come frio, es una puñalada mortal al propio ser.


Cierra los ojos para no recordar, pero la mirada del muerto se le esta clavando en la memoria, como los golpes en el cuerpo, como sus palabras en el alma,  como todo el en su ser. La ansiedad no le deja pensar o no le quiere dejar  de pensar. Se sumerge hasta desaparecer bajo el agua, y a ella viene todo lo vivido como charcos de agua sucia. Le parece oír los pasos descoordinados, los llantos  ahogados, los golpes de la puerta una y otra vez y al final, siempre al final su risa como el sonido de la muerte.


Más gritos lejanos,  mas puertas cerrándose con violencia, puertas abriéndose con violencia, mas violencia, mas dolor, mas gritos.


-EL YA NO EXISTE- se repite, pero la realidad es tan frágil, como los sueños. Es un reflejo del cuerpo, pero quiere correr a esconderse, huir debajo de la cama y en la oscuridad esperar. Tiene miedo, los pasos, los gritos. Su corazón late... rompe la superficie del agua. Todo fue su imaginación, solo se oye el reloj de la sala, haciendo tic tac, lo demás es silencio.


El hombre malo ha muerto y no volverá.


Se pone la bata y baja para cerciorarse de que el muerto siga ahí frio y morado. Abre la puerta, parece un muñeco roto. Él poderoso, el amo de la existencia de todos esta como un insecto aplastado. Sus dedos todavía tenían el veneno y Ella aun adrenalina en las venas. El tiempo se detiene, el tiempo transcurre, tu tristeza empieza.


Una mariposa aletea en la ventana ¿Tienes miedo? Yo también parece decir con su aleteo constante. Trac trac. Es un sonido perturbador, debe ser la muerte.


-          No perdonar para no olvidar- dice y se da media vuelta. NO OLVIDAR PARA NO PERDONAR, y yo te odio tanto.


Después del asesinato viene el miedo y eso es un desagradable aleteo,  no en la ventana, en tu cabeza todas las noches. Desde el instante en que planeaste y lo hiciste, luego del placer de verlo morir, nada más. Solo vacio. ¿NO eres Feliz aun?


La felicidad tiene la forma del espacio de muchas manos apretándose.


Cae la tierra en el ataúd.


 Allí se va el tirano, Allí se va una mierda y aquí , se queda otra mirando. 

2 comentarios:

Yuki dijo...

la autodestrucción y la redención parecen no siempre de la mano...tal vez la redención sea tb parte de una mentira o nos equivocamos en algo...

CHARLIE dijo...

el circulo vicioso de la mierda, y una mariposa

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