Eran las 3 de la mañana. Mientras algunos dormían, ellos tenían que estar despiertos.
Era la ultima noche de 5 días seguidos de flashes uno tras otro sin descanso. Todo sea por el arte y la belleza. 5 días donde solo estaban ella y el unidos por el destello de la cámara, el la hacia suya en cada disparo y ella se entregaba hermosa.
- - Debo confesarr que todo ello, ha sido muy difícil- dijo Mark Ryans con un marcado acento norteamericano, después de obtener la ultima foto. Marcia Montello, sorbió la ultima gota del café y bajo del taburete, donde había estado parada en diferentes poses, y en ninguna se vio mal, se veía en todas divina. A pesar de ello se sentía como una muñeca rota pero debía verse como estrella radiante.
- - Mark ..me puedo ir ya?- le dijo mientras el fotógrafo revisaba su arma de trabajo.
- - Oh…yeah honey…go…Es tarde - no la miro, estaba abstraído en el rostro bello de Marcia en su cámara. La puerta se cerro tras el y la verdadera Marcia desapareció para darse un baño e irse, aunque ella muriera ese mismo días, el esplendor de su ser quedaría para siempre.
Mark tenia la sensacion de conocerla entera y al mismo tiempo no haber visto nada, era ella una esfinge que es estudiada por un arqueólogo, el podía suponer saber muchas cosas, pero solo la Esfinge al final sabia si eso era cierto o no.
Marcia tenia algo de trágico en la mirada y en sus brazos largos que caían sin peso. Era una linda chica, solo eso, una linda chica, como todas las que había fotografiado antes, pero Marcia tenia algo de trágico en la mirada, que el no podía dejar de pensar que era. Quería ir hacia adentro, analizar cada partícula de ella, hasta enloquecer y darse cuenta de que todo era ilusión, si, una linda chica con algo en la mirada, algo trágico.
Marcia tomo sus cosas y se fue. Mark le dijo adiós con una mano.
Esa, fue la noche mas larga de todas. La ultima noche.