martes, 23 de marzo de 2010

Cielo Azul

Un día mientras lamia mi chupetín, porque eso yo no lo chupo, si no lo lamo. Suavemente voy enrollando mi  lengua rosada alrededor del caramelo artificioso[1] y sorbo su dulzura sabor a mora, pero regresemos al tema principal.
Yo caminaba lamiendo mi dulce  viendo las nubes para buscarles una forma (ese día estaba despejado y me sentí un poco frustrada),  cuando vi un globo rojo volar por los aires y pensé: “¡Qué bonito!, el globo se elevaba y se perdía de mis ojos, entonces me caí. 

Sabe Dios, cuanto tiempo pase alli. El globo desaparecio de la vista. Yo seguia alli desparramada con el cabello derramado a un lado.
¿Alguien me habrá visto tendida en el piso?. Al despertar, mi vestido estaba sucio por la tierra donde había caído, mis cabellos me daban en la cara y mi chupachu estaba perdido. Me senté un poco desconsolada y mire el cielo.

Oscuro y grande, los ojos de la Noche brillaban ingenuos. Pensé, “Mira que gracioso” y me reí.

UN GLOBO ME HABIA ENGAÑADO  Y ROBADO MI CHUPETIN!

Aun con el  gusto en los labios, mi lengua se dio una voltereta y me pidió otro más. Ya era noche pero nunca le he negado nada a mi rosada lengua suave.

Espero que ese globo haya llegado lejos.


[1] Me refiero al chupetín, no sabia como llamarlo sin tener que repetir mucho esa palabrita caramelosa.

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