Por alguna razón siempre le gustaron los acosadores, no tener uno en su vida era como un bajón de azúcar y eso la llevaba a caminar desesperadamente de un lugar a otro . Quería sentirse perseguida, casi asfixiada darle un toque Plus de emoción a su vida y por eso también se inventaba miles de enfermedades-excusa.
Ella era una chica normal, pero como lo disimulaba bien, además de su extraño gusto por acosadores detrás de ella (ella misma los alentaba a seguir) , tenía un sin fin de manías extravagantes que ella había planeado como: comer caramelos de limón con sal cuando estaba nerviosa o tomar fotos de nubes o arboles mientras caminaba por la calle y por eso siempre llevaba una bolsa con sus implementos pro-manias.
Se cortaba las uñas con mucha regularidad y todas tenían que medir los 7 cm exactos (lo cual lograba con una regla), peinaba su cabello 100 veces, comía atún con mayonesa y miraba televisión medio chueco. Padecía de rutinas inexactas, porque si tenía rutinas, pero estas eran desordenadas y caóticas.
No sabía usar tacos, era intolerante a la lactosa y leía revistas de modas.
Despertaba y lo primero que hacía era prender su laptop, revisar su correo ( cada minuto para ver con cuanta regularidad le llegaban los correos electrónicos) y luego perderse en uno de sus juegos favoritos de facebook ( otra de sus manías), tomaba desayuno, se bañaba con 8 litros de agua caliente , para darse cuenta que ya era muy tarde.
Entonces corría como loca, pero nunca llegaba a tiempo. Corría, sin mirar a quien dejaba caer en el camino. Era libre como el viento y peligrosa como el mar, que te coge desprevenido y te revuelca y quién sabe si no mueres ahogado. Sonreía como si fuera su única mueca. Era un gato Chessire, mas lunático.
Un día ella fue descubierta. Y todo su mundo se cayó. Literalmente la aplasto.
Ella era normal y cuanto dolía esa verdad. NORMAL, que feo duele esa palabra. Vas por la calle y te dicen: HEY TU! La Normal y se ríen. Empezó a tener una seria crisis existencial e intento encontrarse a si misma, como decía su madre. Hizo taichí, Yoga y viajo a la India, estaba perdida.
Regreso, y ella era nada especial ahora, revisemos, ahora era:
Normal y nada especial, genial, era un mínima. Un ser mínimo con rutinas exactas, vida aburrida, dormía, comía bien, pero no disfrutaba de la vida. Oh vaya que bajo había caído y todo porque cuando hubo el cataclismo no logro entender porque hacia las cosas que hacia.
Por eso:
Cogió sus cosas y desapareció. Y tanto se desaparecio que hoy nos preguntamos
¿de quién nos olvidamos?
2 comentarios:
Versión remasterizada de los cuentos de Mamá Ganso existencialista.
no he leido ese libro para nada, la frase del ultimo se me ocurrio un dia, era una frase q necesitaba una historia
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